Conoce los beneficios que aporta la música a nuestra vida.
La música ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales.
Gracias a las conclusiones de miles de estudios científicos realizados en todo el mundo, estamos comenzando a entender los enormes beneficios de escucharla y practicarla.
Sin importar la edad o los conocimientos previos que tengamos, nos puede ayudar de muchas maneras.
Aprender a tocar un instrumento es un reto.
No obstante, es una actividad muy divertida en la que encontraremos una gran cantidad de beneficios para nuestra vida, tanto a nivel físico, mental y emocional.
Está comprobado que esto aporta felicidad y bienestar, aunque hay muchas otras virtudes que este arte milenario puede ayudar a obtener.
A continuación, se muestran las bondades que nos pueden brindar las notas, ritmos y melodías presentes en el mundo musical.
Comencemos por ver los beneficios que trae a los más pequeños.
La conexión perfecta entre los niños y la música
Nuestros hijos desarrollarán más rápido las siguientes capacidades:
Memoria y concentración
A través de la práctica de la música, los niños fortalecen sus habilidades para recordar y reproducir secuencias musicales.
Es una actividad divertida que además refuerza la concentración y la memoria.
Creatividad
Varios estudios indican que la práctica y reconocimiento de patrones rítmicos y melódicos potencia la región del cerebro ligada a la creatividad y la imaginación.
Esto estimula la creación de nuevas ideas y procesos mentales.
Mejora la comunicación
Cantar y repetir melodías y piezas musicales, potencia tanto el lenguaje hablado como el lenguaje corporal.
Hace que los niños desarrollen el lenguaje de forma más precoz y eficaz, así como las herramientas de escucha para lograr formas más asertivas de comunicación.
Desarrollo intelectual
La música es un complemento ideal en la educación de los niños.
Favorece un mejor desarrollo y conexión entre ambos hemisferios del cerebro, al conjuntar una actividad creativa y artística con el esfuerzo de memorizar partituras y llevar el ritmo.
Sociabilidad
Para los estudiantes más jóvenes, las clases de música son el momento ideal para interactuar con otros niños y adultos.
Se genera un entorno de creatividad y libertad que fomenta mayores oportunidades de integración social.
Disciplina
La enseñanza musical conlleva mucha práctica y repetición.
Se comienza por ejercicios sencillos hasta llegar a la interpretación de obras completas. El alumno se ve beneficiado por una rutina que lo ayuda a fortalecer su voluntad y disciplina.
Seguridad y aumento de la autoestima
El aprendizaje musical brinda al niño una mayor autoestima de una forma orgánica y entretenida.
Al ser parte de un grupo que es capaz de generar sonidos coordinados y armónicos, tanto en lo colectivo como en lo individual, la seguridad emocional y la confianza del niño se ven fortalecidas de manera fundamental.
Es una actividad extraescolar muy enriquecedora para la disciplina, la memoria, la confianza, la creatividad, el desarrollo intelectual y la sociabilidad.
Lo más importante de todo es que aprender a tocar un instrumento durante la etapa formativa de la niñez es muy entretenido y beneficioso para su crecimiento holístico.
Beneficios de la música para los adultos
También nos beneficiamos del arte musical, como se muestra a continuación.
Reduciendo la ansiedad
Está demostrado que tanto escuchar música como practicarla contribuye a controlar la hormona relacionada con el estrés y a mejorar nuestro estado de ánimo.
Se reducen los niveles de ansiedad de la vida cotidiana.
Protege del envejecimiento cerebral
Según varios informes, practicar un instrumento musical o cantar ayuda a reducir los efectos del deterioro cognitivo que se asocian con el envejecimiento, como la velocidad de procesamiento y la pérdida de memoria.
Además, favorece una actitud positiva que deriva en mayor felicidad.
Potencia la memoria
Cuando hacemos o escuchamos melodías, en nuestro cerebro se activan varias zonas al mismo tiempo, lo que ayuda a procesar mejor la información.
Estudios han confirmado que se favorece la retención de datos y la memoria a corto y largo plazo.
Reduce el dolor
Existen terapias que apoyadas por la música favorecen la liberación de endorfinas, hormona que actúa en nuestro cuerpo como un analgésico natural.
Esto colabora a que algunos dolores se vuelvan menos agudos y soportables.
Desórdenes neurológicos
Las canciones y tonos musicales son algo así como un gimnasio para el cerebro.
Practicar este arte aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la plasticidad. Además, ayuda y aporta beneficios en la prevención o tratamiento de enfermedades como el Alzheimer, Parkinson y hasta el autismo.
Como hemos podido ver, los beneficios que tendremos en nuestra vida son extensos. Tocar un instrumento musical puede sonar difícil, exigente o muy complicado.
Sin embargo, es importante recordar el principal beneficio que trae la música a personas de cualquier edad: Felicidad.
La música tiene el potencial de hacernos sentir bien con nosotros mismos, nuestro entorno y los demás. Recibir lecciones para aprender más de ella puede ser maravilloso.
Será seguro una fuente de estímulo que nos ayudará a seguir llenando nuestra vida de alegría y crecimiento personal.
El elemento crucial es tomar la decisión.
¡Felices melodías!
